Humedal de la Tejería
HISTORIA
Este espacio natural se encuentra a unos 500 m al sur del pueblo, en un lugar donde había habido una tejería, de ahí su nombre. Las extracciones de arcilla para la fabricación de tejas y ladrillos, que se realizaron desde los años 20 hasta los años 80 del siglo XX, fueron rebajando el terreno en una superficie de unas 9 ha. El área rebajada se inundaba con el agua procedente de un acuífero. Cuando aún existía la tejería, esta agua se extraía con una bomba y se vertía a una zanja. Posteriormente, el terreno se rellenó con escombros y residuos. En 1994, a iniciativa de un grupo conservacionista local, se llevó a cabo una intervención muy importante para limpiar y restaurar la zona, a cargo del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña.
INTERÉS NATURAL
Actualmente, el humedal constituye un espacio de interés natural, donde se puede encontrar una notable diversidad de organismos. Aunque el nivel del agua varía bastante en función de las lluvias, casi nunca se seca del todo. Esto permite el desarrollo de una vegetación y una fauna propias de ambientes húmedos. Las aves constituyen uno de los principales atractivos del conjunto. Durante los períodos de migración, es habitual observar aves que aprovechan la situación estratégica del humedal para detenerse a descansar y recuperar fuerzas para continuar su camino. También es importante el papel del humedal en la preservación de diferentes especies de anfibios y reptiles, amenazados en otros lugares por diversas circunstancias (contaminación, especies invasoras, etc.).
EQUIPAMIENTOS
El espacio, de propiedad municipal, se ha consolidado como un referente de interés natural y educativo. En diferentes fases, se ha dotado de equipamientos para la observación de la fauna, paneles informativos y un aula de campo, habilitada en un antiguo transformador. Desde mayo de 2011, hay un recorrido ornitoliterario, con poemas de Celdoni Fonoll, algunos de los cuales creados expresamente para el Humedal de la Tejería.
Desde el otoño de 2021, el Humedal tiene una nueva imagen gráfica, que ha sido acompañada de la renovación de todos los rótulos y paneles informativos del recinto.
Igualmente, por acuerdo del Pleno Municipal, se ha dado el nombre de Jordi Falip a la caseta de observación, en memoria de quien fue uno de los principales impulsores de la recuperación del Humedal.